Ideas para la acción

"Os invitamos a reflexionar sobre el papel de la abogacía en estos momentos en que hemos dejado atrás el inicial desconcierto que nos produjo la aparición del Covid19 y a incorporaros a este protagonismo de la Sociedad Civil aportando ideas de mejora."

El pasado 24 de septiembre tuvimos la oportunidad de conversar con Antonio Garrigues Walker, con Victoria Ortega y con Manuel Pimentel sobre el papel de la abogacía en estos momentos en que hemos dejado atrás el inicial desconcierto que nos produjo la aparición del Covid19 y que nos encontramos ya en un momento en el que probablemente tenemos que actuar como Sociedad Civil.

Durante las intervenciones iniciales y posteriormente en el coloquio mantenido con los profesionales que asistieron se destacaron aspectos especialmente relevantes desde la perspectiva de la abogacía.

“El Estado de Derecho se está erosionando, reflexionar sobre ello y trabajar desde las diferentes instituciones y lugares que ocupamos es especialmente relevante en este momento”.

“Las instituciones se están deteriorando por diferentes movimientos populistas, radicales, y europeos, etc. y nuestro papel en repensar las mismas y potenciar su recuperación puede ser determinante”.

“Los cambios tecnológicos se han acelerado profundamente, pero en el ámbito de la justicia no podemos perder de vista el equilibrio necesario entre el adecuado uso de la misma y la amenaza que puede constituir sustituir la inmediación por otro tipo de procedimientos, o que pueda constituir un límite al acceso a la justicia”.

“Estamos sufriendo la pandemia del Covid 19 y estamos luchando decididamente contra ella, pero tenemos otro peligro determinante para el ser humano y tenemos que luchar desde todas las perspectivas contra el, el cambio climático”.

“Trabajar cerca de las personas más vulnerables debe ser una prioridad para todos nosotros”.

“La acción, en principio, siempre es aconsejable cuando se encuentra bien encaminada. Actuar por actuar, o, peor aún, actuar en sentido equivocado, suele generar daños y perjuicios a veces irreparables. Por eso, en estos tiempos atribulados de dolor y desconcierto, tenemos que afinar el qué hacer – lo que ayuda -, y, ante todo, tratar de evitar lo que perjudica. Así, ante la crispación y tensión por venir, evitar el crispar y tensionar. Ante el insulto y la culpabilización fácil, la mesura en el juicio y la comprensión del error inocente. Ante el desconsuelo, el consuelo; ante el abandono, la ayuda.

Pero más allá de esta disquisición sobre los pecados de acción y omisión, deberíamos centrarnos en las virtudes de la buena acción. Y querría centrarme en nuestra profesión, la abogacía, más necesaria, si aún cabe, en estos tiempos en los que una justicia en crisis se paraliza por confinamientos y bajas. Y podríamos encauzar la recomendación de acción en dos direcciones. La primera, tratar de negociar y acordar con la contraparte una solución pactada del conflicto, que evite procesos inciertos, costosos y, sobre todos, larguísimos en el tiempo. La deontología nos aconseja, siempre que sea posible, el acercamiento al compañero defensor de la otra parte para tratar de sondear posibles acuerdos. Y, aunque es práctica común, en estos momentos se ha de redoblar el esfuerzo. Por eso, la simple negociación entre abogados o la mediación a través de la figura de un mediador es, sin ningún género de dudas, una buena práctica, más necesaria que nunca en estos tiempos inciertos.

También sería recomendable en las actuales circunstancias tratar de invertir la dinámica de “penalización” de los procedimientos y actuaciones. El recurso de la acusación penal, buscando atajos o ventajas, es, desgraciadamente, cada día más frecuente y usual. En lo posible, y como nos enseñaron en los tiempos remotos de la facultad, el derecho penal debe ser el último recurso en muchas de las situaciones que nos encontramos, que podrían tener mejor solución por otros caminos menos agresivos.

Son simples muestras de lo mucho que desde la abogacía podemos hacer por serenar esta sociedad alterada y crispada que tanto nos necesita”. Manuel Pimentel Siles

“Todos los profesionales del ámbito jurídico tenemos la oportunidad de tomar protagonismo en la Sociedad Civil, de hacer que la ciudadanía vaya cubriendo espacios de manera más activa”.

“Debemos hacer oír estas voces no solamente en el contexto nacional sino en el contexto europeo. La conferencia sobre el futuro de Europa es una magnífica oportunidad para ello”

Así, os invitamos a reflexionar sobre las cuestiones que aquí proponemos y a incorporaros a este protagonismo de la Sociedad Civil.

Cristina Jiménez Savurido, Presidente de Fide.

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