
El psicólogo clínico Jordan B. Peterson lleva los últimos años en el ojo del huracán desde que dio un paso al frente y se negó a obedecer la “ley de género” canadiense Act to amend the Canadian Human Rights Act and the Criminal Code (Bill C-16, 2016) y, particularmente, desde su sonada entrevista en Channel 4 con la conocida periodista Cathy Newman. Admirado y odiado a partes iguales, su mensaje no deja a casi nadie indiferente.
Hace dos años que su best-seller 12 Rules for Life editado en español por Planeta( 12 Reglas para Vivir) -que me regaló alguien me quiere bien- estaba en mi montaña de libros pendientes e, imagino que por “causalidades”, fue el libro que elegí el pasado 11 de marzo cuando tuve que dejar Madrid apresuradamente ante la corazonada de que lo del coronavirus iba en serio y que más valía que cambiase billetes y volase o, como lamentablemente ocurrió, me quedaría secuestrado legalmente en mi casa muy alejado de mi familia.
Este libro subtitulado “Un antídoto al caos” ha sido, desde luego, mi particular antídoto en estos tiempos de tanta incertidumbre y, cuando ya parece claro que no estamos en el post-nada sino -simplemente- en el tránsito al pre-algo -que nadie sabe muy bien qué será- pero todavía rodeados de mucho caos e incertidumbre, no podía dejar de recomendarlo como lectura para este verano separándome, con la venia de los lectores, de la temática habitual del blog.
Volviendo a seguir la calificación y clasificación de libros que hizo John Ruskin en su “De los tesoros de los Reyes” a la que aludí en mi post de marzo de 2016 (hay libros buenos para el momento y libros buenos para siempre; libros malos para el momento y malos para siempre) este libro es, tal vez, mucho más que un buen libro para el momento porque encierra en sus páginas otras páginas de “libros buenos para siempre”, empezando por el Génesis bíblico.
Desde luego, el libro va más allá de un mero manual de “autoayuda” como algunas reseñas lo califican. El libro no contiene “buenos consejos” o recomendaciones, sino que es un libro de verdaderas “reglas” a veces duras -aunque al libro no le faltan sus momentos de humor- y gira, como recuerda el prologuista de la versión original (Dr. Norman Doidge”), en torno a la regla más importante que es que cada uno de nosotros debe de tomar la responsabilidad sobre su propia vida. Punto.
Peterson arrasa entre los “millenials” una generación a la que machaconamente se le ha hablado -por sus profesores más ideologizados- de todos los derechos, derechos y más derechos que tienen y que, sin embargo, han abrazado con entusiasmo este mensaje que se centra en la responsabilidad individual y en algo tan sencillo como que, si uno quiere vivir una vida plena, tiene que empezar por ordenar su habitación antes de asumir responsabilidades mayores (salvación del planeta en que anda “la niña sueca” incluida).
Como adelanto para los que se animen a su lectura, estas son las “doce reglas para vivir”:
Regla 1 Ponte erguido y mantén los hombros hacia atrás.
Regla 2 Trátate a ti mismo como si fueras alguien que depende de ti
Regla 3 Traba amistad con aquellas personas que quieran lo mejor para ti.
Regla 4 No te compares con los demás a fecha de hoy, compárate con la persona que eras tú ayer.
Regla 5 No permitas que tus hijos hagan cosas por las que dejen de gustarte.
Regla 6 Pon tu casa en perfecto orden antes de criticar el mundo.
Regla 7 Dedica tus esfuerzos a hacer cosas con significado, no aquello que más te convenga.
Regla 8 Di la verdad, o por lo menos no mientas.
Regla 9 Asume que la persona a la que estás escuchando puede saber algo que tú ignoras.
Regla 10 Exprésate con precisión cuando hables.
Regla 11 Deja en paz a los chicos que montan en monopatín.
Regla 12 Si te encuentras un gato por la calle, acarícialo.
© Javier Fernández-Samaniego, 2020
javier.samaniego@samaniegolaw.com