
Martin Sandbu ha publicado en FT un artículo excelente en el que desmonta el argumento más repetido y falaz en contra de que los ciudadanos puedan usar el dinero digital seguro (CBDC). Este argumento dice que las CBDC pueden afectar al modelo de negocio de los bancos comerciales y que, por tanto, se debe perjudicar su uso.
Martin Sandbu dice que este argumento sería cierto sólo “si la premisa de que el actual sistema monetario basado en los depósitos privados fuera algo que valdría la pena preservar y que las amenazas en contra deberían resistirse.” “Deberíamos preguntarnos si la desintermediación de los bancos privados por parte de las CBDC no sería un riesgo a mitigar, sino justamente lo que se supone que se debe conseguir con el dinero digital seguro (CBDC).”
Son muchos los intereses privados que intentan impedir, retrasar o perjudicar la liberalización de los pagos que se produciría al permitir a todos los ciudadanos usar un dinero digital seguro que ahora solo pueden usar los bancos. El sistema actual obliga a todos los ciudadanos a utilizar como dinero digital unos activos financieros con riesgo. Son activos inseguros. Y esto plantea problemas de inestabilidad microeconómica (la posibilidad de que los flujos de dinero colapsen), de estabilidad macroeconómica (la política monetaria no puede ser directa) y un problema de falta de competencia en los servicios de pago y otros servicios financieros, como consecuencia de la necesaria intervención del Estado para intentar reducir los trastornos que surgen por usar como medio de pago unos activos financieros con riesgo.
Las ventajas de utilizar como dinero un activo seguro (el dinero del banco central) es que desaparecerían esos problemas ya que el valor facial de este dinero no variaría, la política monetaria podría controlar directamente la creación de dinero y se podría introducir sin miedo la plena competencia entre todos los operadores bancarios y no bancarios en la prestación de servicios de pagos. Además de la ventaja de desvincular los servicios de pago de otros servicios financieros.
En el debate actual sobre el futuro del dinero digital se han publicado numerosos análisis de las ventajas e inconvenientes de las dos propuestas de dinero digital más importantes: los CBDC y las Stablecoins respaldadas al cien por cien por dinero del banco central. Esto no sobra. Pero falta algo muy importante. No se han publicado todavía estudios en profundidad de los problemas y ventajas del dinero digital que utilizamos ahora: los depósitos bancarios.
Un análisis profundo de los frágiles depósitos bancarios mostraría que hay algunos aspectos positivos en el sistema actual pero sobre todo revelaría los muchos y graves problemas de seguir utilizando como dinero un activo financiero con riesgo.
Martín Sandbu señala el problema actual de una política monetaria que no tiene el control de la oferta monetaria:” No hay absolutamente ninguna razón para pensar que lo que es individualmente óptimo para los bancos privados en sus decisiones sobre préstamos deba coincidir alguna vez con la cantidad total de dinero que hace que la economía sea lo más productiva y segura posible… es desestabilizadora la forma en que la banca privada expande o contrae la cantidad de dinero. Esto se debe a que cuando el crecimiento del dinero es rápido, el crecimiento económico tiende a serlo también, y el optimismo resultante y los altos rendimientos alientan a los bancos a prestar y, por lo tanto, a crear aún más dinero. Por el contrario, cuando la gente deja de pagar sus préstamos o los paga, se pierden puestos de trabajo y se desploma el crecimiento, lo que da a los bancos menos razones para prestar”.
Y, por supuesto, el sistema actual tiene más problemas que el de dificultar la política monetaria. Está bien analizar en profundidad los problemas y ventajas del CBDC y de las Stablecoins pero es obligado hacer lo mismo con la moneda digital que hoy se nos permite usar: los depósitos bancarios. De esta forma podremos comparar las ventajas y riesgos de las nuevas propuestas con las ventajas y problemas del sistema actual. Y entonces nos daremos cuenta de que la principal ventaja de las nuevas monedas basadas en un dinero digital seguro es que desaparecen los graves problemas que surgen de utilizar como medio de pago un activo financiero con riesgo.
Pero no se deben ignorar los problemas que la liberalización de los servicios de pago pueda causar a los bancos comerciales. Es un asunto importante. No solo debemos pasar a tener un sistema mejor de dinero digital, con más estabilidad y más competencia, sino que la transición del viejo al nuevo sistema debe hacerse adecuadamente.
Por ello, la reacción del Estado ante los indudables problemas que la liberalización pueda causar a los bancos no debe ser la de perjudicar la utilización de los CBDC y de las Stablecoins respaldadas al cien por cien por dinero del Banco Central. Lo que debe hacer el Estado es ayudar a los bancos a transformarse para poder prestar servicios de pago en plena competencia con otros operadores.