El pasado 22 de octubre se ha celebrado un encuentro del Instituto Mexicano de Mediación (IMM), el Centro de Mediación Fide (CMF) y la Fundación Garrigues. En este encuentro Antonio Garrigues, Presidente de la Fundación Garrigues y Enrique González Calvillo, Fundador del IMM, han conversado sobre diferentes cuestiones relativas al tratamiento de la mediación en México y en España. La sesión fue moderada por Francisco González de Cossío, Presidente del IMM. En esta sesión han participado profesionales vinculados a la mediación del IMM y del CMF, quienes han aportado su opinión desde diferentes perspectivas. A continuación, reflejamos algunas de las ideas comentadas.
 
La mediación siempre ha sido un pilar básico para los abogados. Es una herramienta básica para la labor que desempeñan los abogados y forma parte de su vocación. La mediación formal tiene que ver con el funcionamiento del sistema judicial. Si este funcional mal o bien, favorece o desfavorece a la mediación. Y la mediación sería el camino perfecto para la resolución del conflicto.
 
En España la mediación no está muy desarrollada, en México tampoco, ya que está más enraizado el acudir a los tribunales. En los países anglosajones, el uso de la mediación es más sólido, también por los costes elevados que implica la litigación, pero a pesar de la proximidad de USA con México es un sistema que no ha alcanzado a este país.
 
¿Por qué no hay mediaciones en México (y en otros países de Latinoamérica) y en España? Hay que considerar las raíces culturales: la cultura latina y anglosajona son diferentes. En España y México, la cultura del diálogo no está desarrollada, a todos los niveles. El individualismo y la tendencia al protagonismo individual es un defecto en este caso. A veces el cliente prefiere acudir a la Justicia, en ocasiones por motivos culturales. En la cultura latina preferimos el enfrentamiento.
 
¿Por qué no ha calado la mediación? Parece que, en general, solo tienen voz aquellos que son especialistas en alguna materia concreta. Tal vez han faltado abogados especializados en mediación. ¿Quiénes son los especialistas para llevar a cabo una mediación? Ha de haber un proceso de especialización de abogados que deseen dedicarse a la mediación para poder acreditarse como mediadores. Los mediadores son profesionales con especiales habilidades y concreta formación para ser neutrales e independientes. El abogado es la puerta de la mediación y debe concebir la idea de que puede contar con unos honorarios similares al que tienen en un proceso judicial.
 
La estrategia en el momento en el que el abogado plantea convocar a la otra parte, el tipo de información, la designación del mediador, lugar, lengua, tiempo etc, da la idea a sus clientes de que, colaborando, van a encontrar mejores soluciones. Un acuerdo de mediación tiene la misma eficacia que una sentencia, se ejecuta igual que una sentencia.
 
Hay que crear los incentivos para acudir a la mediación. En México y en España se han introducido mecanismos para, en cierto modo, impulsar la mediación. Las propias leyes procesales introdujeron la conciliación en el procedimiento judicial. Pero rara vez se logra el acuerdo porque no hay incentivos para logar la negociación en ese momento procesal concreto. La idea de darle al acto de conciliación un valor más profundo sería relevante. Habría que convertir el acto de conciliación en un procedimiento de mediación porque más vale un mal acuerdo que un buen pleito.
 
En general hay desconocimiento de la mediación desde la formación en el grado de Derecho en la universidad, porque en ésta se enseña derecho teniendo en cuenta la norma y los procedimientos confrontativos y no basándose en procedimientos colaborativos. Hay que hacer un esfuerzo por explicar la mediación desde el punto de vista moral y configurarlo como el sistema preferente para resolver conflictos.
 
El IMM y el CMF, han suscrito recientemente un acuerdo de colaboración para desarrollar diferentes actividades vinculadas a la mediación.