El Progreso de la Reforma Monetaria y Bancaria

"Ahora interesa centrar la atención en explicar porqué los beneficios del CBDC solo podrán obtenerse sí, a la vez, se desregulan y liberalizan las actividades bancarias."

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha decidido empezar ya  la fase de preparación del Euro Digital de forma que, dentro de dos años, desde finales de 2025, se podrá poner a disposición de todos los ciudadanos y empresas un dinero digital público al que hoy solo pueden acceder los bancos. Es una noticia importante porque el Euro Digital es un paso imprescindible para poder reformar nuestro sistema monetario y bancario.

Hace cinco años nació este blog con el propósito de apoyar las reformas del sistema monetario y bancario que acabaran con los problemas de inestabilidad y de crisis bancarias del sistema actual y establecieran el libre mercado en las actividades bancarias. Es hora de valorar los cambios producidos en estos años y reflexionar sobre lo que queda por hacer.

En 2012 dejé mi puesto de gobernador del Banco de España y decidí dedicarme a estudiar los problemas del sistema bancario y sus posibles reformas. Concentré mis estudios en los problemas de estabilidad, en lo que se debería hacer para evitar crisis tan devastadoras y destructivas como la que se produjo en el mundo a partir de 2008. Entonces descubrí los problemas que crea el monopolio de pagos concedido a la banca, así como sus privilegios los servicios de crédito.

En 2018 decidí divulgar las conclusiones de estos estudios y empecé con mi intervención en un Seminario en la Fundacion Areces con el título El Futuro de la Banca: Dinero Seguro y Desregulación del Sistema financiero”

 En esa primavera de 2018 publiqué en El País un artículo titulado Un Dinero Revolucionario donde se resumen los beneficios de una reforma basada en disponer de un dinero público digital seguro -sin riesgo financiero – y una liberalización del sector bancario. Poco después publiqué el libro Adiós a los Bancos” donde describo en detalle todos los problemas del sistema bancario actual y los beneficios de reformarlo.

En este blog y en los demás textos y conferencias he ido describiendo los importantes beneficios de estabilidad, competencia, política monetaria efectiva, etc. que se pueden conseguir si se adoptan dos reformas del sistema actual. La primera reforma es la de dejar que todos los ciudadanos puedan acceder al dinero público y seguro que llamamos CBDC, Euro Digital, Libra Digital, etc., y al que ahora solo tienen acceso los bancos. la segunda reforma es la de desregular y liberalizar las actividades bancarias.

¿Cómo se ha avanzado en estas dos reformas hasta ahora?

En lo que se refiere a la primera reforma, la de contar con un activo seguro como medio de pago, se ha avanzado mucho. En 2018 se podían contar con los dedos de una mano los analistas europeos que proponían la emisión de un dinero público digital al que entonces le llamaba “dinero seguro” y en inglés se utilizaba el término de “dinero soberano.”

Esta idea era ampliamente criticada y rechazada por los banqueros centrales de todo el mundo. La mayoría de ellos ni siquiera hablaba del dinero digital público y los pocos que hablaban eran radicalmente contrarios. Lo consideraban innecesario, perjudicial e incluso peligroso. Alguno llegó a decir que “la emisión de CBDCs acabaría con el capitalismo”.

El cambio ha sido radical. Hoy ya hay más de 100 bancos centrales en el mundo que están diseñando unas infraestructuras que van a permitir a todos los ciudadanos y empresas acceder al dinero público digital al que hoy solo pueden acceder a los bancos. En este terreno hay que seguir trabajando para que el dinero seguro y público deje de ser una idea o proyecto y pase a usarse efectivamente por todos los ciudadanos. Porque, mientras no sean una realidad, no será posible adoptar la segunda reforma, la liberalización de las actividades bancarias.

En el primer post de este blog, “Para empezar con el Dinero Digital Seguro (CBDC)” establecí como objetivo el de informar sobre los documentos que se estaban empezando a elaborar sobre lo que ahora llamamos CBDCs. Y a esto se han dedicado los posts de estos años. Pero hoy el número de textos y videos de interés que se publican todos los días sobre los CBDCs es ingente, inabarcable. Ya es muy fácil obtener información. Ahora la tarea más importante en cuanto a los CBDCs es, solamente, la de tratar que, cuanto antes, los ciudadanos puedan disponer del dinero público digital. Y el BCE acaba de dar un paso importante en esa dirección.

En cuanto a la segunda reforma, la de desregular y liberalizar las actividades bancarias, estamos más retrasados. Como sucedía con los CBDCs hace 5 años, ahora el problema es que apenas se habla de la necesidad de liberalizar y desregular las actividades de pago y de crédito.

La mayoría de los banqueros centrales defienden correctamente la introducción del mercado en muchos sectores, pero no plantean hacer lo mismo con las actividades bancarias. Piensan que no es necesaria su liberalización, creen que se podrán seguir manteniendo los privilegios y protecciones a la banca en un mundo en el que exista ya un dinero público y seguro.

Pero es difícil que se puedan mantener estos privilegios. Mantener el monopolio bancario en los pagos y la falta de competencia en el crédito, ni es deseable, ni será posible mantenerlo por mucho tiempo.

En primer lugar, no es deseable. Las importantes ventajas de usar un dinero público digital como el Euro Digital (estabilidad macro y micro, mayor competencia y política monetaria efectiva) no se podrán obtener mientras se mantengan los privilegios a los depósitos bancarios. La razón es muy simple, porque si siguen existiendo los depósitos, no desaparecerán los problemas de inestabilidad y fragilidad. Si subsisten los depósitos seguirá estando latente la amenaza de las crisis bancarias, que son las que colapsan los flujos de pagos. Lo hemos visto este mismo año, hace solo unos meses, con las crisis bancarias de los bancos medianos norteamericanos o la de un banco enorme en Suiza.  

Y es que solamente la amenaza de una crisis, sin que llegue a explosionar, lleva a los reguladores y supervisores a aumentar aún más el proteccionismo y privilegios de los bancos y el intervencionismo del Estado en la asunción de riesgos. Las crisis de los bancos norteamericanos de esta primavera han provocado una explosión de propuestas para aumentar el intervencionismo del Estado y la concesión de privilegios a los bancos. Son muchos todavía los que no han aprendido la lección de que la forma de impedir las crisis es pasar a un sistema de dinero seguro en el que no se puedan producir.

No es deseable mantener el sistema actual, pero es que, además no va a ser posible mantener esos privilegios por mucho tiempo. Una vez que existan los CBDCs y los ciudadanos puedan acceder a ellos, la opinión pública no va a tolerar que se sigan manteniendo unos privilegios que hacen un daño enorme a la ciudadanía. Ya no estaremos obligados a soportar las burbujas y las recuperaciones lentas, la inflación, las transferencias de los contribuyentes para salvar a los bancos, etc., como las que hemos soportado en los últimos años. Y, sobre todo, se acabará con la falta de competencia en los servicios de pagos y de crédito.

Esto explica también la actitud actual de los adversarios de la reforma de nuestro sistema monetario que ese concentran en retrasar al máximo la posibilidad real de usar los CBDCs. Son conscientes que todos esos privilegios solo se pueden mantener mientras el CBDC sea solo una idea, pero será casi imposible mantener esos privilegios “anti-mercado” en el momento en que los ciudadanos pueden acceder sin problemas al dinero público digital.

Esto se ve muy claramente si imaginamos qué habría pasado en la crisis bancaria en Estados Unidos del mes de marzo si los ciudadanos y las empresas norteamericanas hubieran podido acceder al “Dólar Digital”, el CBDC de los EE. UU. En efecto, las empresas que tenían preparados sus millones de dólares para poder pagar sus nóminas y que recibieron el mensaje de su banco que no podía devolverles el dinero depositado, lógicamente habrían preferido tenerlo en dólares digitales (CBDCs) ya que estos no son una promesa de devolver dinero sino, simplemente, dinero.

Además, si hubiera existido el “Dólar Digital”, los reguladores y supervisores (Fed, FDIC y el Tesoro) no habrían tenido que reunirse de noche para aumentar los privilegios de los bancos creando líneas de ayudas especiales y aumentando el límite de la garantía de depósitos. Una vez más, los problemas de fragilidad de los depósitos se han evitado aumentando los privilegios de la banca.

Dado el avance producido en estos años en cuanto a disponer de un Euro Digital ya no tiene sentido informar en este blog sobre lo que se está publicando sobre CBDCs porque hoy se pueden conseguir todos los días cientos de textos. Sin embargo, ahora interesa centrar la atención en explicar porqué los beneficios del CBDC solo podrán obtenerse sí, a la vez, se desregulan y liberalizan las actividades bancarias.

Hace cinco años era importante trabajar por conseguir que se hablara de los CBDCs. Lo peor era que ni siquiera se hablaba de ellos. Sin embargo, hoy, por diferentes razones, ya se habla mucho de los CBDCs. Ahora es necesario trabajar para que se hable de la desregulación y liberalización de las actividades bancarias.

 Porque hoy la mayoría de la gente todavía no es consciente de que la banca es el sector más protegido e intervenido de todos los sectores económicos. No hay conciencia de que su liberalización será seguramente la reforma económica más importante del siglo XXI. La liberalización y desregulación de la banca es imprescindible para obtener los beneficios de estabilidad financiera y de una macroeconomía estable que proporcionará el acceso de todos a los CBDCs. Además, esta reforma estructural proporcionará los beneficios propios que se obtienen de cualquier introducción de competencia y libre mercado.

A finales del siglo pasado se produjeron en el mundo dos liberalizaciones importantísimas. Por un lado, las que acometieron China y otros países comunistas al introducir el libre mercado en la producción de bienes y servicios. Por otro, la liberalización de las telecomunicaciones. Sus beneficios han sido extraordinarios. De la misma forma, la introducción del libre mercado en los servicios de pagos y de crédito dará lugar a beneficios enormes en cuanto a innovación, inclusión, descentralización de decisiones económicas, mayor disciplina presupuestaria, etc.

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Sobre el autor

Miguel A. Fernández Ordóñez

Miguel A. Fernández Ordóñez

Economista del Estado. Ex Gobernador del Banco de España y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (ECB). Actualmente imparte Seminarios sobre Política Monetaria y Regulación Financiera en la IEUniversity.

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