El Banco Central Europeo, teniendo en cuenta los resultados de los estudios de los últimos meses, ha decidido “ dar un paso más y poner en marcha el proyecto del Euro Digital” , en palabras de su Presidenta, Christine Lagarde.
Y para que nadie se pierda en los detalles, Christine Lagarde subrayó el objetivo principal de los trabajos que va a desarrollar el BCE : “garantizar que en la era digital los ciudadanos y las empresas sigan teniendo acceso a la forma de dinero más segura, el dinero del banco central”.
Es de celebrar que la característica de “seguridad” se presente como clave en estos momentos. Los trabajos del BCE y de la mayoría de los bancos centrales del mundo están adquiriendo una complejidad que podría ser aprovechada para difuminar su justificación. Por ello es importante que las autoridades del BCE recuerden que los objetivos de estos trabajos son los de proveer un bien público como es el dinero digital emitido por los bancos centrales y además hacerlo accesible a todos los ciudadanos y las empresas.
Fabio Panetta en su blog recuerda también las características principales del dinero público emitido por los bancos centrales : la estabilidad, la seguridad y la confianza. Y explica con claridad porqué este dinero es más seguro que el dinero privado. Dice Panetta: “al igual que los billetes de euros, un euro digital será un pasivo del BCE y por ello no tiene riesgo: ni riesgo de liquidez, ni riesgo de crédito, ni riesgo de mercado”.
Según Panetta “el dinero digital privado tiene, por supuesto, la ventajas de ser digital pero tiene unos riesgos muy importantes de privacidad, seguridad y accesibilidad además de poder ser más caros para algunos usuarios”.
Una vez establecida la importancia de la seguridad, que solo puede proporcionar el dinero publico, es importante que los servicios de pago y financieros que se proporcionen con el Euro Digital se presten en un marco de maxima competencia entre todo tipo de proveedores privados. Aquí dejará de operar el oligopolio que existe actualmente de forma que estos servicios pdrán ser suministrados por todos los proveedores ya sean grandes o pequeños, ya sean bancos o no bancos. La competencia , al obligar a las empresas a atender los deseos de los clientes, es la que lleva a reducir los costes, mejorar la calidad de los servicios y ofrecer algunos nuevos que hoy ni siquiera somos capaces de imaginar, cómo ha pasado, por ejemplo, cuando se liberalizaron plenamente las telecomunicaciones.
El BCE ha publicado también un resumen de los trabajos realizados en los ultimos nueve meses en colaboración con los bancos nacionales. Un trabajo excelente, con muchas cuestiones experimentadas, y con una conclusión que interesa destacar: “los resultados de los experimentos muestran que no hay grandes restricciones tecnológicas para ninguno de los temas evaluados”.
Esta conclusión es muy importante, porque algunas de las propuestas alternativas al Euro Digital proponen que las tecnologías sean las que recomienden las políticas. Se dice que las autoridades deberian cambiar sus objetivos para adaptarse a las “mejores” tecnologías, cuando, obviamente, las tecnologías mejores son solo aquellas que mejor sirven a los objetivos propuestos.
Las mejores técnnologias para diseñar el dinero público serán aquellas que, con mayor eficacia y eficiencia, faciliten hacer accesible a todos los ciudadanos y empresas un dinero público y seguro, así como permitir la mayor competencia entre todas las iniciativas privadas interesadas en prestar con ese dinero unos servicios de pago y financieros,
En cuanto a decidir cuáles serán las mejores tecnologías para suministrar los servicios de pago y otros servicios financieros lo deberán decidir los usuarios y para ello es clave la apertura a la competencia entre todo tipo de empresas privadas en la prestación de estos servicios. La competencia es el mejor instrumento para asegurar que las iniciativas privadas sirven a los intereses de los ciudadanos y serán estos los que otorguen el éxito a las tecnologías que mejor atiendan sus deseos.