
El pasado 19 de abril celebramos en Fide, en el marco del Foro Lecciones de Historia: Hombres, hechos y relatos; la sesión sobre Entender-con calma- la historia de los procesos de racialización
El Foro Lecciones de Historia acogió la intervención del profesor J.-F. Schaub, catedrático en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (París). Su enfoque revistió un interesante perfil pedagógico, en el sentido de tratar de hacer comprender a las jóvenes generaciones un fenómeno en el que la propia Europa se vio inmersa prácticamente desde sus propios inicios como sociedad organizada. Señaló cómo el juicio humano funciona y actúa en función de lo que percibe por la vista, y que, por consiguiente, encuentra en la diferencia un primer criterio de categorización del otro. En su opinión, sin embargo, sólo cabría hablar de racismo como concepto histórico operativo en el momento en el cual los caracteres -de todo orden- que se derivan de la apariencia física se reputan como hereditarios, propios de una “raza”. No debería extrañar, pues, que unas sociedades como las europeas históricamente articuladas según principios diferenciales (principalmente: nobles y no nobles) hubiera acogido en su seno otras formas binarias de oposición, formas que con el paso del tiempo fueron adquiriendo un perfil trinario que a la postre acabó por imponerse, especialmente en las sociedades ibéricas. Junto al noble (de “raza”) y al no noble compareció el “ennoblecido”; al libre y al esclavo se unió el manumitido; al hijo legítimo y al bastado se adosó el legitimado; etcétera. Todas y cada una de estas combinaciones implican la presunción de una “mancha” que se perpetúa, y que únicamente con el advenimiento del pensamiento liberal permitió a Europa deshacerse de tal prejuicio.
Lecturas recomendadas:
SCHAUB, J.F. y SEBASTIANI, S. (2021) Race et histoire dans les sociétés occidentales (XV-XVIIIe siècle)