Ayer tuve el honor de participar en una audiencia pública sobre el Euro digital en el Parlamento europeo.

La sesión se puede ver en este enlace: https://multimedia.europarl.europa.eu/en/webstreaming/econ-committee-meeting_20231128-1430-COMMITTEE-ECON

Por defecto se escucha en inglés. Si se quiere escuchar en español hay que presionar el símbolo de unos auriculares que se encuentra a la derecha y abajo. Entonces se abre una pantalla para elegir el idioma. Presionando ES se escucha en español.

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Estas fueron mis palabras iniciales:

Hoy no hablaré del Euro Digital desde el punto de vista del Usuario (Privacidad, protección de datos, pagos instantáneos, costes, Interoperabilidad, seguridad, inclusión, offline, etc.) porque el BCE ha hecho un buen trabajo en estos temas. Solo discrepo de poner limitaciones al uso del Euro digital.

Hoy hablaré de lo que podemos llamar la Visión de los Ciudadanos, la visión de los efectos positivos del Euro Digital en el sistema económico. Son muchos efectos positivos, pero en esta sesión me centraré en dos: la estabilidad financiera y la liberalización de las actividades bancarias.

Lo más positivo de las CBDC y el Euro Digital es que resuelven los problemas que tenemos con el actual sistema basado en depósitos. Pero para ver esto bien, tenemos que darnos cuenta de los problemas del sistema actual. Y esto no es fácil. Porque tendemos a pensar que lo que existe es lo “natural”, y no analizamos en profundidad cuales son los costes de mantener el sistema actual.

El principal efecto positivo del CBDC/ED es la estabilidad. El ED acaba con el problema de las crisis bancarias, las crisis destructivas que colapsan el sistema de pagos. En los últimos 100 años hemos tenido dos grandes crisis globales y unas 200 crisis sistémicas nacionales. Y estas crisis surgieron por utilizar como medio de pago un activo financiero con riesgo, los depósitos.

Estas crisis ya no serán posibles con el Euro Digital porque el ED es un activo seguro, a diferencia del depósito bancario que es un activo con riesgo, es un activo financiero. El euro digital es dinero mientras que los depósitos bancarios no son dinero, son promesas de devolver dinero. Los euros digitales son euros. Pero los depósitos no son euros, los depósitos son promesas de devolver euros. Y cuando los bancos no pueden cumplir su promesa, aparecen las crisis.

Solamente este beneficio, el de la estabilidad, justificaría usar el euro digital emitido por el BCE en vez de los depósitos emitidos por los bancos.

Pero hay otro efecto importante del euro digital y es que nos permite liberalizar y desregular las actividades bancarias. Y esta liberalización tendrá un efecto muy importante en el crecimiento porque la banca es el sector más protegido e intervenido de todos los sectores económicos.

 En el siglo pasado, se llevaron a cabo liberalizaciones en muchos sectores que introdujeron competencia en el comercio internacional, los mercados laborales, las telecomunicaciones, el transporte, etc. Incluso el sector financiero no bancario ha sido bastante liberalizado y desregulado.

Y, sin embargo, la regulación bancaria ha ido en la dirección opuesta: cada vez más privilegios y protecciones para los bancos (como seguros de depósitos, facilidades de liquidez, salvamentos de los bancos con dinero de los contribuyentes, fondos de resolución, etc.). Y, al mismo tiempo se ha impuesto una regulación prudencial asfixiante como la de Basilea III que ningún otro sector económico tiene. Y no es una regulación menor. La suma de leyes, decretos, etc., de regulación bancaria prudencial es de unos 2 millones de palabras. La Biblia tiene unas 800.000 palabras, por lo que, si un banquero quisiera saber qué tiene que cumplir, tendría que leer unas dos Biblias y media.

Este gigantesco proteccionismo e intervencionismo es la consecuencia de la inestabilidad de los depósitos. Todas esas protecciones y regulaciones que se han ido acumulando a lo largo del tiempo tienen solamente una justificación: evitar las crisis de los depósitos. Pero, ahora, al poder usar como medio de pago el Euro digital, se pueden suprimir todas esas protecciones y regulaciones. Ya no hacen falta. El Euro digital no necesita seguro de depósitos, ni facilidades de liquidez, ni fondos de resolución, ni supervisores prudenciales, ni Basilea III, etc.

Y la eliminación de las protecciones y privilegios que tienen los bancos nivelará el campo de juego. Nivelar el campo de juego es fundamental para que haya competencia. Solo es posible la competencia cuando todos pueden competir en igualdad de condiciones, sin que nadie tenga ninguna protección del Estado.

Hay otros efectos positivos del Euro digital (y todas las CBDCs) que resolverán problemas que tenemos ahora. Por ejemplo, tendremos una política monetaria directa que no obligue al banco central a manipular los tipos de interés y que permita tomar decisiones de política monetaria sin estar angustiados por sus efectos en la estabilidad de los bancos; Otros efectos positivos son los de acabar con la centralización de las decisiones de financiación o el de separar la política monetaria de la financiación de los gobiernos. Y un efecto muy importante para los europeos: con el Euro Digital tendremos una auténtica Unión Monetaria Europea. Hoy solo tenemos una unión monetaria de dinero físico; tenemos una “cash union” pero no tenemos una unión monetaria de dinero digital.

Pasar a un sistema con dinero seguro que no pueda entrar en crisis y con competencia en los servicios de pagos es muy positivo para todos los ciudadanos y empresas, pero es un problema para los bancos, porque, en cuanto se supriman las protecciones innecesarias, se verán obligados a cambiar su modelo de negocio. Esto es cierto, pero, como se ha hecho en otras liberalizaciones, tendrá sentido ayudar a los perdedores, a aquellos que sufren las consecuencias de perder las protecciones. Por ejemplo, se podría ayudar a los bancos a separar las actividades de pago de las actividades de financiación. O ayudarles a pasar a ser proveedores de servicios de pagos con Euro digital. O facilitarles las fusiones…

Este tipo de ayudas a los bancos tienen sentido porque ayudan a los bancos a transformarse, a ser útiles en el nuevo sistema. Lo que no tiene sentido es ayudar a los bancos manteniéndoles unas protecciones que ya no son necesarias. Y tampoco tiene sentido poner obstáculos al uso del Euro digital. Porque, con esto, lo único que se consigue es ayudar a los bancos a seguir funcionando como hasta ahora y entonces seguiremos teniendo los problemas de inestabilidad y de ausencia de libre mercado en las actividades de pagos y crédito que tenemos ahora.

Por ello hay que decirles con claridad a los bancos que será inevitable retirarles todas las protecciones y privilegios. Y si se ve necesario poner obstáculos al uso del euro digital deberá hacerse por un tiempo limitado, sólo para facilitar a los bancos la transición a un sistema de dinero seguro y de plena liberalización de servicios de pago y de financiación.