¿Un Derecho Laboral de emergencia?: Análisis DAFO del impacto laboral del COVID 19. Tercera Parte.

¿Un Derecho Laboral de emergencia?: Análisis DAFO del impacto laboral del COVID 19. Tercera Parte.

El análisis externo del mercado laboral tras el COVID 19 muestra las siguientes amenazas y oportunidades. 

Son amenazas:

  • La exposición al riesgo biológico de contagio al COVID 19 de los trabajadores en sus desplazamientos a los centros de trabajo y en sus puestos de trabajo lo que obligará a diseñar estrategias binarias de salud pública y laboral y puede que a un uso generalizado de equipos de protección personal y colectivas no habituales en nuestra cultura laboral.
  • La concentración de la actividad económica y del empleo en el turismo y los servicios.De un lado, en el sector de turismo que es un mecanismo de propagación del virus y de otro, en el sector de servicios con afluencia masiva de público cuya recuperación va a estar condicionada al levantamiento de las restricciones para viajar a nuestro país de millones de turistas y a la recuperación del consumo en restaurantes, bares, hoteles y actividades recreativas o de ocio.
  • La vulnerabilidad de los autónomos tras el COVID 19 a los problemas de acceso al crédito y de liquidez
  • La disminución de los flujos migratorios que han permitido contar, hasta la fecha, con una mano de obra no cualificada en sectores como la restauración, la hostelería o el servicio doméstico y que pese a su arraigo familiar en España pueden decidir tras el COVID 19 retornar a sus países de origen si los ritmos de destrucción de empleo son elevados y no encuentran oportunidades de empleo.
  • La crisis social que pudiera llegar tras el COVID 19 que puede crear nuevas bolsas de pobreza y marginación e incluso incrementar situaciones de delincuencia vinculada con graves situaciones de necesidad económica en desempleados con cargas familiares con redes de protección pública, especialmente en los subsidios, con umbrales económicos muy bajos.
  • La sobreprotección pública prolongada tras el COVID 19 ya que las políticas pasivas de empleo si se extienden mucho en el tiempo no solo condicionan una evolución negativa del déficit y la deuda pública sino a la pérdida del interés del perceptor en la búsqueda activa de empleo.
  • Las deslocalizaciones que pudieran aumentar tras el COVID 19 al buscar las empresas costes laborales más bajos y nichos de rentabilidad perdida.
  • La discontinuidad total o parcial de algunas cadenas de suministro en fábricas presentes en países o jurisdicciones que estén o puedan estar afectadas por el COVID 19 y por las medidas de confinamiento y/o restricción de la movilidad.
  • La debilidad del tejido empresarial que tras el COVID 19 puede conducir al cierre de muchas empresas y a concursos de acreedores y a expedientes extintivos de regulación de empleo.
  • La pérdida de afiliación y cotizantes tras el COVID 19 que provocará una reducción de ingresos en el sistema público de Seguridad Social y una presión interna para abonar nuevas prestaciones y subsidios de desempleo.
  • La economía sumergida que pueda aumentar tras el COVID 19 y conducir a una pérdida de derechos individuales de los trabajadores y a una reducción de recaudación pública a través de impuestos y cotizaciones.

Son oportunidades

  • El cambio en el modelo productivo tras el COVID 19 puede ser una oportunidad para diversificar, ahora sí, el modelo de crecimiento y apostar por sectores emergentes no tan expuestos a esta crisis sanitaria, aunque se necesitarán recursos en conocimiento, tecnología y competencias.
  • El auge del trabajo a distancia y del teletrabajo tras el COVID 19 que es ya un éxito social a gran escala y con periodos prolongados y que permitirá a las empresas nuevos nichos de eficiencia y productividad.
  • La movilidad intersectorial de trabajadores que tras el COVID 19 precisará un relevo no traumático de sectores más expuestos a nuevos yacimientos de empleo lo que precisará un análisis estratégico de necesidades de empleos en perspectiva sectorial y la aportación de recursos para financiar la formación y capacitación y acciones de reciclaje de trabajadores que cambien de sector, actividad y ocupación.
  • El reforzamiento del sistema público de prestaciones y subsidios de desempleo que puede añadir la renta básica, aunque no sea universal y esté sometida a alguna condicionalidad como red de soporte de solidaridad y que puede apoyarse en el nuevo mecanismo europeo SURE de préstamos a los Estados Miembros, con los requisitos y limites que pueda establecer la normativa que es de aprobación inminente por la Unión Europea y que puede ser un primer paso para un seguro de desempleo europeo.
  • El diseño de nuevas políticas activas de empleo y de formación con la coordinación necesaria con las políticas pasivas y asignación de recursos económicos extraordinarios que permitan y ayuden a una recuperación económica y del empleo más rápida e incentiven la empleabilidad.
  • La aprobación de nuevas medidas fiscales y económicas para facilitar liquidez a las empresas, emprendedores y autónomos y a los hogares con fórmulas nuevas como los créditos fiscales que pueda otorgar la Agencia Tributaria (AEAT) con cargo a préstamos directos de la Unión Europea del BEI o del MEDE o medidas innovadoras lanzadas por los expertos como líneas de emergencia a través de préstamos a los hogares a través de activos financieros adquiridos por el BCE y facilitados a las familias a través de las entidades financieras o fórmulas de tarjetas monedero de pago electrónicocon tipos negativos avaladas por el Estado con fondos nacionales o europeos.
  • La igualdad y la diversidad y la inclusión social que tras el COVID 19 será más necesaria para su integración en las estrategias empresariales y como motor de desarrollo de negocio.
  • La innovación como palanca de recuperación de la actividad económica tras el COVID 19.
  • La responsabilidad social de las empresas todavía con mayor potencial durante la crisis sanitaria del COVID 19 que no solo se refiere a la asignación de donaciones para la investigación de una vacuna o de fármacos que permita extender a toda la población la inmunización contra el virus sino también en la relación interna con su principal grupo de interés (los empleados) y que debe permitir buscar fórmulas consensuadas para el mantenimiento del empleo y la evitación de los despidos.

La combinación de debilidades y amenazas del mercado laboral tras el COVID 19 presenta un panorama desalentador y muestra las limitaciones del sistema laboral en nuestro país.  
La combinación de fortalezas y oportunidades del mercado laboral tras el COVID 19, a la inversa, muestra un panorama de mayor optimismo laboral para recuperar la senda del crecimiento económico y que se traslada a niveles significativos de mantenimiento y creación de empleos sostenibles. 

En resumen, son muchos los desafíos, riesgos, potencialidades y limitaciones del mercado laboral en España tras el COVID 19 en 2020 y probablemente se extenderán en 2021 y, además, existe una interdependencia del mercado laboral con el sistema fiscal y monetario, el sistema presupuestario, el sistema educativo, el sistema de ciencia y tecnología y con las singularidades propias del país que hace que las recetas no sean universales y que las directrices o recomendaciones de organismos internacionales tengan una relativa validez general.  
Por ello, lo correcto es que España busque sus soluciones específicas post COVID 19 en función de su punto de partida, es decir, las características de su mercado de trabajo y de su punto de llegada que debería ser el incremento de la eficiencia y racionalidad del mercado laboral orientado a la diversificación del modelo de crecimiento y a fortalecer una red de protección pública y nuevas políticas de solidaridad que no dejen nadie atrás pero, también, a un escenario de mantenimiento y creación de nuevos empleos sostenibles y duraderos sobre la base del conocimiento, la formación continua y la innovación. 

Y entre estas soluciones debería estar, cuando se levante el estado de alarma y las medidas de confinamiento la aprobación de nuevas medidas y estímulos económicos y políticas expansivas de gasto púbico para mantener y crear puestos de trabajo con indicadores estratégicos y de eficiencia y para apoyar a las empresas y a los emprendedores que son los motores de la creación de empleo y, también, la reformulación de algunas instituciones laborales que garanticen una flexiseguridad eficaz y un reparto de costes equilibrado entre los sacrificios que tiene que hacer el Estado, las empresas y los trabajadores tras el COVID 19 para beneficio de todos. 

En ese camino de repensar los indicadores del mercado laboral y del empleo tras el COVID 19, con un enfoque prospectivo y propositivo a partir de reflexiones, ideas, conocimientos e investigaciones, FIDE como think tank jurídico y económico seguirá siendo un ejemplo de la pujanza de la sociedad civil.

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Sobre el autor

Carlos de la Torre García

Carlos de la Torre García

Socio del Area Laboral en Gomez Acebo y Pombo. Especialista en asesoramiento laboral y de Seguridad Social de clientes nacionales e internacionales.

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