
En 2023, nos encontramos en un punto crítico hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU. Ante la reversión de los avances en desarrollo debido a diversas crisis globales, como conflictos, cambio climático y la pandemia de COVID-19, es imperativo tomar acciones urgentes para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Necesitamos colaborar para paliar las diversas crisis mencionadas, pero desde mi perspectiva la creciente crisis climática es de carácter prioritario. Necesitamos generar diálogos y acciones efectivas sobre este tema en todos los sectores de la sociedad. Sin embargo, cada sector tiene su propio lenguaje y códigos de comunicación, adaptados a sus objetivos y su incidencia en el tema. Esto puede generar un peligroso efecto de “Torre de Babel” en el que cada sector hable en su propio idioma y no se comunica y colabore eficazmente.
Este verano, como becaria de la Rotary Peace Foundation, he tenido la oportunidad de participar como asesora voluntaria de la Fundacion para la Investigación del Derecho y la Empresa (FIDE) y conocer sus esfuerzos por ser un lugar de encuentro en el que expertos de distintos sectores se puedan entender sobre diversos temas. He podido aprender además mucho sobre la terminología que, desde el sector privado, se usa para medir impacto en materia de cambio climático.
Por ello, escribo este artículo, centrándome en el debate sobre cambio climático que se está llevando a cabo en el sector privado y en cómo la Fundación FIDE está liderando una discusión de orden internacional y multisectorial a través de su evento “Oxford ’23: Superando los Principales Desafíos de la Inversión ESG”. Exploraré brevemente la necesidad de establecer una comunicación fluida entre los diferentes niveles de diálogo y llegar al ciudadano común, que a menudo se encuentra ajeno y apático al tema y carece de vías claras para dialogar y actuar sobre el tema.
El acrónimo “ESG” es un conjunto de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) aplicados en el mundo de la empresa privada. Este término ha experimentado un crecimiento constante desde 2005, con un aumento significativo en las búsquedas en internet relacionadas con ESG en comparación con la responsabilidad social empresarial (CSR). Las organizaciones de diferentes sectores y tamaños han estado dedicando más recursos para mejorar su niveles de ESG. (Pérez et al., 2022)
Esto parece evidenciar que las empresas están cada vez más conscientes de la necesidad de adoptar prácticas ambientalmente sostenibles y de incorporar consideraciones sociales y de gobierno en sus operaciones. Este debate también se desarrolla en torno a conceptos como la inversión sostenible, la medición del impacto ambiental y las estrategias de mitigación de emisiones. Detrás de esto parece haber un consenso sobre lo crucial que es que las empresas encuentren un equilibrio entre sus objetivos comerciales y su contribución a la lucha contra el cambio climático y que esto tiene un efecto en el consumidor. Hasta hace poco, no podíamos, como consumidores, saber la cantidad de emisiones que se generaban con cada vuelo que tomábamos al comprarlo.
En el mundo de la inversión también se está experimentando un cambio notable hacia enfoques más sostenibles y responsables. Según un informe de Price Waterhouse Coopers (PWC) publicado en octubre de 2022, se espera que la inversión institucional centrada en criterios de ESG aumente nada menos que en un 84% para el año 2026. Esto significa que la cantidad de dinero invertido en empresas con un enfoque ESG casi se duplicará en pocos años, alcanzando la increíble cifra de 33,9 billones de dólares. En otras palabras, este monto representa aproximadamente el 21,5% de los activos globales totales bajo gestión. En otras palabras, más de una quinta parte de todo el dinero que las instituciones financieras manejan en todo el mundo se espera que se invierta en empresas con un enfoque ESG.
Este cambio hacia la inversión ESG indica una mayor preocupación por el impacto que las empresas tienen en el mundo y en la sociedad, más allá de los simples rendimientos financieros. (PricewaterhouseCoopers, 2022)
El evento “Oxford ’23: Superando los Principales Desafíos de la Inversión ESG” es un reflejo del reconocimiento de esta tendencia significativa en el panorama de la inversión. La Fundación FIDE ha asumido el importante papel de facilitar el diálogo y la colaboración en el sector privado a través de su evento “Oxford ’23: Superando los Principales Desafíos de la Inversión ESG”. Este encuentro reúne a expertos, académicos y líderes empresariales para discutir los desafíos de la inversión sostenible, incluyendo la fragmentación de la taxonomía ESG, las métricas y calificaciones ESG, los desafíos de la transición hacia una economía de energía limpia y los obstáculos para los compromisos ESG de los inversores finales. El evento busca fomentar la comprensión y la colaboración entre los actores del sector privado para impulsar una inversión responsable y sostenible.
Es importante destacar que los resultados y las conclusiones obtenidas en el evento “Oxford ’23: Superando los Principales Desafíos de la Inversión ESG” serán compartidos en el debate de alto nivel que se llevará a cabo en la 28ª Conferencia de las Partes (COP28) sobre el cambio climático en noviembre. La COP28 es un evento crucial en el que los líderes mundiales discutirán estrategias, políticas y compromisos para abordar la crisis climática.
En última instancia, para abordar la crisis climática de manera efectiva, es fundamental trascender el diálogo y pasar a la acción concreta. Aunque los debates y las discusiones son fundamentales para generar conciencia y comprensión, es en la implementación de soluciones sostenibles donde se produce un verdadero impacto. El evento “Oxford ’23: Superando los Principales Desafíos de la Inversión ESG” y la COP28 son oportunidades clave para impulsar la acción climática y traducir las conversaciones en medidas tangibles.
Además, es fundamental involucrar a los ciudadanos en el proceso de acción climática, ya que son ellos quienes experimentarán directamente los impactos del cambio climático. ¿cómo hacerlo? Es necesario ser mucho más creativos y continuar educando a la población sobre la importancia de la sostenibilidad y proporcionar herramientas prácticas para que puedan tomar decisiones informadas y adoptar comportamientos más respetuosos con el medio ambiente. Es una tarea desafiante, pero podemos comenzar intentando “traducir” las conclusiones y recomendaciones de nuestro sector a términos y herramientas simples para que puedan actuar.
El diálogo es el primer paso para abordar la crisis climática, pero no debemos detenernos allí. Debemos pasar de las palabras a la acción, implementando medidas concretas y sostenibles en todos los niveles: desde los debates en eventos como “Oxford ’23” hasta las políticas globales discutidas en la COP28. El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 17 nos invita a colaborar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, reconociendo que solo juntos podremos construir soluciones efectivas para el cambio climático y lograr un futuro sostenible para todos. Como hemos mencionado al inicio de este artículo, este es un año crucial para la agenda 2023. Es hora de actuar y trabajar en conjunto para superar los desafíos que enfrentamos.
¡El momento de actuar es ahora!
Eva Rodriguez Bellegarrigue
Rotary Peace Fellow / Pro-bono advisor to FIDE
Becaria de la Fundación Rotaria para la Paz / Asesora ad-honorem FIDE
Bibliografía
Pérez, L., Hunt, V., Samandari, H., Nuttall, R., & Biniek, K. (2022). Does ESG really matter—And why? MacKinsey Quarterly.
PricewaterhouseCoopers. (2022). Global Annual Review 2022. PwC. https://www.pwc.com/gx/en/about/global-annual-review-2022.html