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Una presidencia de todos

"El 1 de julio de 2023 España asumirá por quinta vez la Presidencia del Consejo de la UE. La última vez que la ostentó fue en el primer semestre de 2010."

Nos acercamos a la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. El 1 de julio, España alzará su antorcha. Una encuesta reciente muestra que casi la mitad de los ciudadanos desconoce que pronto recogeremos el relevo del semestre europeo y sólo un 28% sabe lo que es una presidencia del Consejo de la UE. Estamos inmersos, engullidos, en una campaña electoral permanente en la que nuestro semestre  coincidirá con las elecciones generales ya que la presidencia europea finalizará el 31 de diciembre de este año.

Los riesgos principales son: la tentación del Gobierno de no diferenciar los actos de la presidencia con los de la campaña de su partido, o de sus partidos socios, y que el ciudadano de a pie no identifique la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea entre los resortes de la campaña electoral, del rodillo al que están enganchados todos los partidos. Incluso los partidos políticos, todos, corren el mismo riesgo, el de no diferenciar actos, mensajes, contenidos, reuniones en ciudades. Y esta confusión, deliberada o no, no es positiva si no se encauza desde ahora con una mirada política, y también de comunicación, de compromiso, consenso, colaboración, responsabilidad y trabajo conjunto.

El uno de julio de 2023 España asumirá por quinta vez la Presidencia del Consejo de la UE. La última vez que la ostentó fue en el primer semestre de 2010. La presidencia consiste en las reuniones de ministros europeos de todas las áreas, disciplinas, así como de grupos de trabajo. España abre “trío” de presidencias, seguirán a nuestro país Bélgica y Hungría. Este formato de tres tiene como objetivo principal dar continuidad a los ejes de trabajo. El abrir esta etapa coloca a España en un lugar destacado ya que sus líneas directrices tendrán más fuerza al partir de una posición privilegiada para impulsarlas.

Además, nuestro semestre tendrá una incidencia en el siguiente ciclo europeo, en la próxima legislatura europea, ya que las próximas elecciones al Parlamento Europeo se celebrarán en mayo de 2024 y después, se nombrará una nueva Comisión Europea.

Por tanto, podemos observar que nuestra presidencia europea se celebra en una etapa clave tanto por el contexto geopolítico global como por el tramo que atravesamos electoral.

Los contenidos de las reuniones ministeriales que tendrán lugar en veinticinco ciudades españolas marcarán el trabajo y la decisión política de la UE de la próxima legislatura. Los temas vectores: transición ecológica, transformación digital, Autonomía estratégica europea, migración, agenda social, competitividad…, constituyen los ejes reales que impactan en los ciudadanos, en las empresas, en el tejido industrial y productivo, en nuestro futuro. Considero fundamental que en los debates también se ponga sobre la mesa un tema que requiere voluntad política y visión amplia para el proceso de integración europea: la necesaria reforma de los tratados.

Durante el semestre europeo quiero destacar la cumbre de líderes que se celebrará los días 5 y 6 de octubre en La Alhambra, Granada, y la cumbre UE-CELAC, (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que tendrá lugar los días 17 y 18 de julio en Bruselas con un mensaje directo: el fortalecimiento, y actualización, de las relaciones con América Latina tiene que llevarse a cabo desde la implicación de todos los Estados miembros de la Unión Europea. España tiene un lugar privilegiado por nuestras raíces con Latinoamérica y por nuestro idioma común: el español.  

Considero relevante destacar la idea, casi diría el mandato, de que la presidencia es de todos y que, por tanto, todas las instituciones, entidades, partidos y la sociedad civil deben participar en este ejercicio de representación política y social. Un tiempo de responsabilidad, trabajo, representatividad. También de oportunidad e ilusión al posicionar a España en un lugar de máxima visibilidad ante la propia UE, el mundo y ante sí misma.

La Presidencia española del Consejo de la Unión Europea es una presidencia de todos los partidos. Tenemos la oportunidad de mostrar lo mejor de nosotros mismos como españoles, de exponer cómo somos capaces de separar la campaña electoral de un proyecto y trabajo común: nuestra presidencia europea. De hacer transversal en todas las reuniones de ministros europeos el cumplimiento de los valores, de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, de volver a elevar el camino hacia una Constitución europea, del modelo constitucional europeo. El Gobierno y los partidos políticos deben tener muy presente que la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea es de todos los ciudadanos españoles, europeos. España tiene la gran oportunidad, y el deber, de marcar orgullosa su impronta.

Susana del Río

Experta en Unión Europea. Directora del Ciclo de Sesiones sobre la Presidencia Española de la Unión Europea. Consejera Académica de Fide.

Artículo publicado originalmente en EL PERIÓDICO y Grupo Vocento.

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