Economía sostenible a través de las tres ps: people, profit and planet

"Publicamos el resumen de la sesión sobre Economía sostenible a través de las tres ps: people, profit and planet con Valentín Alfaya, Antonio Calvo Roy, Gloria Cuadrado García y Eduardo Luzárraga"

El pasado martes 2 de febrero asistimos en Fide a una sesión online sobre economía sostenible. La sesión estuvo moderada por Valentín Alfaya, director de sostenibilidad de Ferrovial, y participaron como ponentes Antonio Calvo Roy, director de Sostenibilidad del Grupo Red Eléctrica, Gloria Cuadrado García, directora de Talento y RRHH Sedes del Grupo Carrefour en España y Eduardo Luzárraga, director de las oficinas de Madrid, Vigo y Málaga de Leyton.

La sesión versó sobre el concepto de economía sostenible, que ha ido arraigándose en los últimos años como la única vía posible de conciliar patrones de crecimiento óptimos, conciliando la competitividad empresarial y el fomento del empleo con el desarrollo social, el respeto por el medio ambiente y el uso racional de recursos. Así, cada uno de los ponentes abordará el tema desde una perspectiva humana (people), económica (profit), y ambiental (planet).

De acuerdo con el moderador, este tema es ahora más relevante que nunca, la pandemia del covid19 ha demostrado que el vínculo entre personas y planeta debe ser revisado, pues es probable que lleguen nuevas zoonosis. Hay que tener en cuenta que el profit no debe ser a cualquier coste, los recursos no son ilimitados y el crecimiento económico, tanto público como privado, tampoco lo puede ser.

Desde el sector privado se puede comprobar la existencia de tendencias imparables: los flujos de capitales se aproximan cada vez más a las tendencias sostenibles, el capital huye de sectores muy intensivos o dañinos para el medio ambiente, y la agenda de competitividad (Green Deal) está muy orientada a la sostenibilidad. Al comienzo de esta nueva crisis parecía que se podía ver comprometida esta parte, pero el NGEU ha demostrado que no es así, que la transición justa, social, y la sostenibilidad ambiental son prioritarias, el vínculo entre el planeta, las personas y los beneficios económicos debe ser respetado.

Eduardo Luzárraga, el ponente que centra su intervención en la perspectiva de profit, indica que economía sostenible e innovación deben estar unidas, y es necesario plantear esta perspectiva desde el concepto más amplio de innovación: desde las empresas familiares, pymes, etc.

Sostiene que el incentivo a I+D, durante las crisis, no debería ser tanto buscar la subvención como la eficiencia, orientar la I+D+I a que nuestro propio trabajo, el propio beneficio que generamos a la empresa, sirva para hacer girar la rueda. Esos beneficios generados permitirán seguir innovando, y gracias a ellos se podrá seguir trabajando en la sostenibilidad.

La innovación es necesaria para adaptarse a los contextos cambiantes, por ejemplo, con el uso de incentivos que respondan a la situación actual de las empresas (rendimiento operacional vs despedir, eficiencia energética, etc.), pues estas innovaciones por sí solas incrementan la competitividad.

Respecto a los instrumentos de financiación procedentes de la UE, Eduardo indica que son muy complicados de conseguir. Una tasa de éxito razonable en H2020 es el 10-15%, la competencia es muy alta. Los fondos son justos para la cantidad de empresas e innovación que todas intentan, desde las grandes hasta las pymes; y además se pierden muchas ideas cuando los emprendedores necesitan dedicarse simultáneamente a algo que les genere ingresos. En resumen, cree que son más recomendables los instrumentos estatales (CDTI, ENISA).

En segundo lugar, se abordan las cuestiones de recursos humanos relacionadas con la sostenibilidad como la gestión de la diversidad, falta de oportunidades para jóvenes, etc.

Gloria Cuadrado indica que, en Carrefour, a raíz de la excepcional situación que ha provocado la pandemia y de la obligada distancia social que tanto ha afectado a los equipos, han sido más conscientes que nunca de la necesidad de tomar el pulso al “engagement” de sus colaboradores, a su estado de ánimo y a su nivel de estrés (encuestas específicas, mesas de empleados, psicology safety, ENPS…). Así, han detectado varias palancas que mejoran la conexión entre empresas y personas, como la coherencia entre los valores personales y los corporativos, la diversidad o la transición alimentaria. Cada vez más observan en los procesos de selección cómo los candidatos se preocupan por conocer no sólo las condiciones laborales sino también otras cuestiones ligadas a proyectos de RSC en su sentido más amplio. Valoran incorporarse en una empresa que les ofrece la oportunidad no sólo de desarrollar un trabajo que les motive sino también encontrar un espacio donde canalizar sus inquietudes sociales. De esta manera la Fundación Solidaridad se ha convertido en una palanca increíble gracias a su permeabilidad y a la cantidad de iniciativas abiertas a todos sus empleados como por ejemplo voluntariado en acciones sociales financiado por la compañía, campañas de comunicación y sensibilización en temas como la lucha contra la violencia de género, participación en la decisión sobre la financiación de proyectos de ayuda a la infancia más desfavorecida…

Otra parte importante es el re-skilling. El reciclaje profesional es una prioridad para los responsables de Recursos Humanossólo por detrás de la planificación estratégica de las fuerzas de trabajo y el cambio en las formas de trabajar. Cree que la formación ya no es sólo clave de competitividad sino un indicador de responsabilidad social: la formación y la mejora de empleabilidad debe ser un compromiso asumido por las organizaciones. Los primeros en formarse deben ser los responsables de RRHH, actualizándose, trabajando también con creatividad, transversalizando los valores y consiguiendo que la triple cuenta de resultados salga adelante. Gloria está convencida de que lo importante en una organización es demostrar las cosas con hechos y cuidar a los equipos, pues son las personas las que van a dar legitimidad y credibilidad a las políticas corporativas, de lo contrario cualquier política se quedaría en marketing y se banalizaría la RSC de la empresa.

También hay algunas tendencias de consumo que se están dejando ver cada vez más, como el uso de bolsas compostables, acudir a la compra con los recipientes, o la democratización del BIO. Carrefour está asumiendo éstas y otras tendencias, como la lucha contra el desperdicio alimentario (rebajando el precio de productos con fecha de vencimiento próxima, o a través de acuerdos y aplicaciones como Too Good To Go, y la colaboración con Bancos de Alimentos) y la protección del medio ambiente implementando acciones para la reducción del plástico e iniciativas como la limpieza de playas. También tienen una app para incentivar y bonificar el reciclaje.

En resumen, las empresas tienen una responsabilidad de poner en el mercado productos y métodos sostenibles, incluso aunque la demanda no esté consolidada todavía.

El papel de la energía también es clave en la cuestión ambiental, y en este sentido, Antonio Calvo indica que el momento histórico actual está basado en dos cosas fundamentales: la electricidad y los datos (telecomunicaciones), elementos que sostienen la economía. La pandemia es algo puntual, a nivel global, como especie, nos va a afectar mucho más la emergencia climática. Esto sí requiere un freno, hay que poner el énfasis en la necesidad de electrificar la sociedad y la economía. Es difícil ser optimista, pero es necesario. En España para avanzar en la imprescindible electrificación y teniendo en cuenta que somos casi una isla eléctrica, hemos tenido que aprender a manejar nuestra producción de viento para integrarla en condiciones de seguridad, para lo que ha sido necesario crear el Centro de Control de Renovables (CECRE). España cuenta con un 3% aproximadamente de interconexión y en la UE se exige una 10% y en unos años incrementará, por lo que España y Francia trabajan en nuevas interconexiones como la fórmula imprescindible para crecer en este sentido. También debemos hacer una labor de sensibilización para convencer de las implicaciones de la lucha contra el cambio climático de su propio papel. Por ejemplo, cargar los coches eléctricos por las noches, que es cuando menos demanda hay, y se puede aprovechar más por menos precio e incrementado las medidas de eficiencia y ahorro.

Durante el debate, se plantean varias cuestiones interesantes a ponentes y moderador. Por ejemplo, surge la duda de si la apuesta por las energías renovables va a afectar negativamente a la factura de la luz, perjudicando así a los consumidores, a lo que Antonio Calvo indica que las renovables no encarecen el sistema, al contrario, lo abaratan. No obstante, puntualiza que si los consumidores lo creen así es porque las empresas no lo han sabido explicar o transmitir.

También se echan en falta menciones a la economía circular, el emprendimiento social y ecológico, y la posibilidad de fondos de inversión orientados a la protección del medio ambiente, o la innovación social. Eduardo Luzárraga, el ponente experto en innovación, indica que ha tenido la oportunidad de conocer muchos proyectos disruptivos relacionados con la temática indicada, que es muy importante, aunque en España no se les da demasiada visibilidad.  

En relación con la falta de emprendimiento social y ambiental, se cuestiona el porqué de ese déficit, muy superior en relación con otros países de Europa. En opinión de Eduardo, esta diferencia es tanto cultural como debida a las trabas administrativas y la falta de fondos. En otros países, tanto a nivel coste como a nivel trabas, es mucho más barato en otros países. En España el mínimo son 3015€, en otros países como UK o Alemania, es 1€. La figura de empresario y la de emprendedor no son equivalentes, no siempre los emprendedores tienen los recursos necesarios para hacer esos desembolsos.

Sobre los fondos de inversión, se menciona que cada vez son más abundantes e importantes. En REE buscan el DJSI, o el Vigeo Eiris, no son mayoritarios, pero sí son cada vez más relevantes. También hay cada vez más fondos que solamente buscan empresas con un determinado perfil ESG.

Dado que España va a recibir una cantidad muy elevada de fondos NGEU, de los que una buena parte corresponderán a materias relacionadas con los ODS, cabe preguntarse si España tiene proyectos suficientes para absorber esta cantidad de dinero. Efectivamente, es una oportunidad de financiación extraordinaria, puede ser la única para transformar la economía española. El sector empresarial español tiene una gran capacidad de reorientarse, capacidad de trabajar con otros actores, etc. Hay proyectos transformadores, es una buena noticia, pero hay dos inconvenientes:

  • Más allá de la capacidad de generar estos proyectos, ¿hay consenso administrativo? ¿tienen las AAPP capacidad de gastarse esa cantidad de dinero en cosas relevantes?
  • Necesidad de generar alianzas público-privadas.

Surge también la preocupación relativa a la obsolescencia programada. Aunque existen iniciativas europeas para regular el “derecho a reparar”, preocupa que no haya iniciativas desde las Administraciones Públicas nacionales, y que los empresarios sean conscientes de que están vendiendo un aparato no reparable.

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