
La reunión del G7 de este fin de semana ha acabado con un apoyo muy importante de los principales países del mundo a la propuesta de emitir dinero digital seguro (CBDC). El comunicado conjunto incluye dos puntos sobre los CBDCs y las llamadas “monedas” privadas que expresan no solo un respaldo sino el compromiso firme de trabajar juntos en el proyecto de que los ciudadanos de sus países puedan contar con un dinero público y seguro.
El punto 17 es una toma de posición rotunda en favor de la emisión de CBDCs:
“17. La innovación en el dinero digital y los pagos tiene el potencial de generar beneficios significativos, pero también cuestiones de políticas públicas y de regulación. Los bancos centrales del G7 han estado explorando las oportunidades, los desafíos, así como las implicaciones para la estabilidad monetaria y financiera de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) y nosotros nos comprometemos a trabajar juntos, como Ministerios de Finanzas y Bancos Centrales, dentro de nuestros respectivos mandatos, en sus implicaciones de política pública más amplias. Tomamos nota de que cualquier CBDC, como forma de dinero del banco central, podría actuar como un activo seguro y líquido y como ancla del sistema de pagos. Nuestro objetivo es asegurar que las CBDC se basen en los compromisos tradicionales del sector público con la transparencia, el estado de derecho y la solidez de la gobernanza económica. Los CBDC deben ser resilientes y energéticamente eficientes; apoyar la innovación, la competencia, la inclusión y la mejora de los pagos transfronterizos. Y deben operar dentro de la privacidad adecuada y minimizar los efectos colaterales. Vamos a trabajar para conseguir principios comunes y publicaremos las conclusiones al final de este año”.
Y el punto 18 es un mensaje claro a quienes pudieran pensar en aprobar proyectos de otras monedas privadas (“Stablecoins”) antes de acordar multilateralmente su regulación:
“18. Reiteramos que ningún proyecto global de monedas estables debe comenzar a operar hasta que aborde adecuadamente los requisitos legales, reglamentarios y de supervisión a través de un diseño apropiado y adhiriéndose a las normas comunes. Estamos comprometidos con la cooperación internacional para garantizar estándares comunes, y apoyamos a los organismos internacionales que establecen normas en la revisión de las normas reguladoras existentes, y enfatizar la importancia de abordar cualquier brecha identificada..”