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Energía eólica offshore

"España tiene ante si una oportunidad para que la eólica marina se convierta en un vector de transformación de la economía nacional"

La aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM de aquí en adelante) por RD 150/2023 de 28 de febrero son el primer paso formal para el despliegue de la energía eólica marina en España para la que se prevén nada menos de 3 GW en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

*FIDE celebró una sesión el pasado 11 de abril para ofrecer una panorámica general tanto del estado regulatorio y de desarrollo en España de la energía eólica offshore, como de las expectativas del sector y de las especialidades de este tipo de proyectos desde el punto de vista jurídico.

Para comenzar, cabe destacar que existen ya unos 60GW (gigawatio) de capacidad instalada en el mundo y unos 28GW en Europa. Uno de los objetivos de la Unión Europea es aumentar ese número a entre 300 y 400 GW dentro de la Unión para 2050.

La colaboración de España en este asunto pasa por la instalación de varios parques eólicos marinos offshore en las cuatro ordenaciones marítimas del país, la noratlántica, la sudatlántica del Estrecho y de Alborán, la levantino-balear y la canaria. El país cuenta con sus objetivos, aunque estos no serán asequibles en los tiempos que se prevé sin un gran soporte de las instituciones públicas. Esto convierte a España en una potencial potencia en cuanto a energía eólica offshore, aunque para ello tendrá que superar dificultades que se detallarán a continuación.

Hasta ahora España ha utilizado esta energía de forma experimental y no ha sido hasta hace bien poco que se han empezado a concretar objetivos y necesidades para el cumplimiento de estos. A diferencia de otros territorios marinos como puede ser el Mar del Norte las costas españolas cuentan con una profundidad mucho mayor que imposibilita utilizar la misma tecnología que se usa en otros países. Para adaptarse a esta circunstancia España necesitará contar con estructuras flotantes, lo que ya supone un precio superior a otro tipo de estructuras. De todas formas, este tipo de energía supone una gran oportunidad para la nación debido a la gran cantidad de km de costa de las que se dispone, además de involucrar directamente a áreas de desarrollo y con experiencia nacional como son la ingeniería y la construcción sumado al número de puertos, astilleros y navieras disponibles. Una de las notas más positivas de todo lo mencionado es que cuando finalice el proceso, que no será pronto, se espera que aporte una cantidad importante de dinero al Producto Interior Bruto.

El estado de la regulación ha ido avanzando poco a poco con los años, desde 2007 hasta principios de este mismo año se han ido aprobando Reales Decretos, leyes y directivas que empiezan a conformar el espacio legal para la implantación de esta energía. Falta, sin embargo, seguir concretando cosas como las subastas o concursos (sistemas de adjudicación) los nuevos procesos de autorización, además de tener en cuenta que queda mucho camino por recorrer en cuanto a regulación y tecnología.  

En lo que respecta a aspectos contractuales se repasaron varios acuerdos clave, se resumen a continuación:

  • Acuerdos de inversión
  • Autorizaciones
  • Financiaciones
  • Régimen de compromisos con partes afectadas (turismo y pesca)
  • Contratos de conexión con REE (Red Eléctrica)
  • Acuerdos de suministro e instalación

Hay que tener en cuenta, a su vez, todo lo importante en cuanto a construcción, que se detalla en las siguientes líneas:

  • Diseño y construcción de la estructura flotante
  • Vinculación con el tipo de turbina y su funcionamiento
  • Fabricación y construcción: cadena de suministro global
  • Instalación del cableado
  • Seguros
  • Estándares contractuales

A la hora de proponer este cambio que implica tanta construcción y logística aparecen dudas sobre la sostenibilidad de lo que es el proceso hasta llegar a producir energía desde estas estaciones eólicas marinas. De todas formas, una de las condiciones de su implantación es que no se comprometa ningún objetivo del marco de actuación de protección del ambiente marino y la sostenibilidad ambiental, así como también se tiene en cuenta la navegación, la seguridad nacional…

En definitiva, España tiene ante sí una oportunidad para que la eólica marina se convierta en un vector de transformación de la economía nacional. Se ha ido avanzando en la última década, pero queda mucho trabajo por hacer tanto en el tema regulatorio como en el tema tecnológico, pues todo lo relacionado con la tecnología que presumiblemente se va a necesitar está en fase pre comercial. Para sacar adelante un proyecto tan ambicioso se va a necesitar la participación y colaboración entre empresas diversas. Además de todo lo anterior hay que sumar la enorme complejidad desde el punto de vista jurídico.

*FIDE celebró la sesión “Eólica Offshore el pasado 11 de abril enmarcada dentro del foro de Energía y Regulación en la que Pablo Dorronsoro, socio de EY abogados ejerció de ponente y Luis Miguel Palancar, responsable de Structured & Project Finance para Europa y Asia en BBVA Corporate & Investment Banking y Consejero Académico de FIDE.

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