
Impresiona la cantidad de documentos, working papers, conferencias, etc que se presentan diariamente en el mundo sobre el diseño de los CBDCs . En muy poco tiempo hemos pasado de un desierto a una inundación.
Estos estudios tratan asuntos muy diversos cómo las ventajas del blockchain y otras tecnologías, la interoperabilidad, la posibilidad del uso offline, la ciberseguridad y resiliencia, la escalabilidad, las cuestiones relacionadas con los datos como la privacidad y la protección de datos, la lucha contra el blanqueo, la financiación del terrorismo y la evasión fiscal, sus efectos sobre la inclusión, las distintas fórmulas para mejorar las transacciones inter-fronterizas, la programabilidad y el uso de los “smart contracts”, etc.
Todos estos asuntos son muy importantes si queremos que exista un dinero digital público y seguro que sea atractivo, que reduzca el coste y mejore la calidad de los servicios de pago. Pero es importante también dedicar algún tiempo a examinar los efectos económicos de los CBDC y del Euro Digital. Es verdad que la reflexión sobre sus efectos sobre la economía es una reflexión sobre el largo plazo ya que, hasta que no exista el CBDC/Euro Digital como alternativa real a la moneda digital actual – los depósitos bancarios-, no se podrá ver el potencial que tiene para acometer una de las reformas estructurales más importantes que se pueden hacer en nuestras economías.
Los efectos económicos más importantes de los CBDCs serán el de salvaguardar la Estabilidad de nuestras economías y el de establecer un régimen de libre mercado y de Competencia en la prestación de los servicios de pago y de crédito.
Estos dos efectos -Estabilidad y Competencia- están estrechamente relacionados, No se puede introducir competencia en los servicios de pago y bancarios si no se cuenta con un dinero digital seguro como el CBDC/Euro Digital. Y mientras sigamos usando como dinero digital un activo inseguro como los depósitos bancarios seguiremos teniendo inestabilidad económica y financiera y necesitando que el Estado intervenga para que no se produzcan catástrofes.
Hay que dedicar más tiempo y recursos al análisis de los problemas que tenemos hoy en nuestro sistema monetario y bancario actual. Porque, en esa catarata de estudios que se están publicando, predominan los que analizan las ventajas y desventajas de las posibles alternativas a los depósitos como las criptomonedas, las monedas estables (Stablecoins) o El euro Digital /CBDC. Sin embargo, hay muy pocos estudios en profundidad de las desventajas que tiene el sistema actual.
Y estos estudios son necesarios porque, para emprender un camino de reforma no solo importa hacia dónde queremos ir, sino también saber de dónde partimos. Cualquier usuario de Google Maps sabe que para averiguar el mejor camino no solo hace falta introducir el destino sino también tu ubicación, saber de dónde partes.
Ciertamente los problemas del sistema actual son muchos ( a ello he dedicado buena parte de mi libro Adiós a los Bancos), pero los dos más importantes son los de utilizar una moneda frágil ,inestable por naturaleza, y los de disponer de unos servicios de pago y de crédito en los que no rige el Mercado sino un gigantesco intervencionismo del Estado. Es un doble intervencionismo. Por un parte, se dedica a proteger a las entidades de depósito. Por otra, se les impone unos requerimientos numerosos y complejos cuyo objetivo es evitar que asuman riesgos que acaben en crisis y colapsos de los flujos de dinero. De hecho, después de las liberalizaciones de muchos sectores en las últimas décadas y de la introducción del libre mercado en China, el sector bancario ha quedado hoy como el sector más intervenido y protegido de todos los sectores económicos de todos los países del mundo.
El primero de los problemas, el de la Inestabilidad, se debe a que los depósitos bancarios no son dinero sino una promesa de devolver dinero. Y puede suceder que no puedan cumplirla y entonces los flujos de dinero colapsan. Se produce lo que llamamos crisis bancarias. Esto no sucede ahora con el euro físico ya que es un activo seguro que no puede entrar en crisis nunca. No tiene problemas de devolver dinero porque es dinero. Los depósitos bancarios entran en crisis tanto porque las inversiones que han hecho los bancos no resultan ser tan positivas como se esperaba (solvencia) como también porque, aun siendo solventes, los bancos no pueden deshacer esas inversiones y convertirlas en dinero con la rapidez suficiente para atender la demanda de los depositantes. Y esto sucede porque, aunque se les denomina “depósitos” esta es una denominación engañosa porque en realidad el dinero no está “depositado”, no está “custodiado”, sino que está invertido, es un activo con riesgo.
La principal ventaja de utilizar el Euro Digital/CBDC como moneda digital en vez de los depósitos es justamente la Estabilidad, la desaparición de las crisis, la imposibilidad de burbujas financiadas con crédito bancario. Obviamente seguirá habiendo crisis financieras porque la naturaleza de las finanzas es la asunción de riesgos. Pero esas crisis no afectan al dinero y sus daños son pagados por quienes asumieron el riesgo mientras que las consecuencias de las crisis bancarias son pagadas por todos los ciudadanos.
La mayor estabilidad del CBDC es muy fácil de ver, pero ¿Por qué podría también resolver el otro problema, el de falta de competencia? ¿Por qué el CBDC/Euro Digital puede servir para pasar de un oligopolio en el que no funciona la disciplina de mercado a un régimen de plena competencia, de libre mercado en los servicios de pago y de crédito?
Porque el Euro Digital/CBDC separa el dinero y los servicios de pago del crédito.
Veamos la historia del sistema actual. En el pasado la instabilidad de los depósitos provocaba crisis bancarias sin parar. Pero ahora se ha reducido mucho la frecuencia y gravedad de las crisis bancarias hasta el extremo de que en la gran crisis de 2008 fueron muy pocos los bancos que quebraron. Esto se ha conseguido introduciendo protecciones y privilegios a los bancos que les evitan entrar en crisis como, por ejemplo, los préstamos de los bancos centrales a los bancos comerciales, o el aseguramiento de los estados a los depósitos bancarios o las inyecciones de dinero de los contribuyentes para salvar a los bancos. El inventario de protecciones es más amplio, pero estos son los más importantes.
El problema de estos “remedios” del Estado introducidos para evitar la inestabilidad de los depósitos bancarios es que todas estas protecciones hacen imposible que exista competencia porque otros proveedores de servicios de pagos y crédito no pueden competir con los bancos. Para que haya competencia se necesita igualar el campo de juego de los competidores y ahora los bancos centrales y los Gobiernos no otorgan esos privilegios y protecciones a ningún otro proveedor de servicios que no sea una entidad de depósitos. La ventaja de utilizar como medio de pago el Euro Digital/CBDC es que todos esos remedios y protecciones y toda esa voluminosa legislación prudencial se vuelve innecesaria con el euro digital. Mientras usemos como dinero un activo inseguro todas esas protecciones e intervenciones son necesarias y están plenamente justificadas. Solo a un loco se le ocurriría, mientras los depósitos sigan siendo medios de pago, quitar esas protecciones e intervenciones. Por el contrario si, como sucede ya con el dinero físico que es público y seguro, el dinero digital pasa a ser público y seguro, no hará falta que los bancos centrales presten a empresas privadas ni hará falta tener fondos de garantía de depósitos, ni será necesario que los contribuyentes paguen los errores en las inversiones de las entidades de pagos. De esta forma se igualará el campo de juego de todos los competidores.
En definitiva, esto significa que se podrá hacer una liberalización, esto es, una reforma estructural para introducir competencia similar a las que se han hecho en los últimos años en muchos sectores como el comercio internacional, las telecomunicaciones, los transportes, etc., pero todavía no se ha acometido en las actividades bancarias. Y todas esas reformas han exigido dos actuaciones: Por un lado, separar lo que se debe facilitar en forma de monopolio de lo que se puede prestar con competencia. Y, por otro, suprimir todas las protecciones y privilegios que disfrutaban los prestadores de servicios en condiciones de monopolio/oligopolio.
La introducción del libre mercado en los servicios de pago y las actividades bancarias tendrá unos resultados extraordinariamente positivos sobre el aumento del PIB y el bienestar, el aumento de los recursos públicos, etc., no solo porque se reducirán los costes y mejorará la calidad de los servicios que se están prestando actualmente sino sobre todo por la innovación.
Y es que, en todas las reformas de liberalización, el efecto más positivo de la competencia ha sido siempre la innovación. Cuando se hizo la liberalización de las telecomunicaciones nadie pudo imaginar todo lo que después se ha desarrollado (smart phones, WhatsApp , etc). Dado que el dinero y los pagos afectan a todas las actividades económicas y a todo el sistema financiero, es casi seguro que, cuando tengamos un dinero seguro y unos servicios de pago y de crédito en competencia, sus efectos serán espectaculares.
Pero como hemos visto en otras reformas, para poder obtener cuanto antes sus beneficios es muy recomendable ayudar a los que pierden con la liberalización y la introducción del libre mercado. En este caso los perdedores son las actuales entidades de depósitos. Y por ello siempre he defendido que hay que diseñar procesos de transición que ayuden a los bancos a prestar sus servicios de pagos y crédito con CBDCs en vez de con los llamados depósitos y sin privilegios ni protecciones del Estado.
Para ayudar a los bancos, algunos bancos centrales están proponiendo perjudicar el uso de los CBDC. Es un error. Las ayudas a los bancos no deben ser para que sigan haciendo lo que hacen ahora sino para que pasen a prestar sus servicios con el nuevo dinero y en competencia. Es un error pensar que hay que diseñar el nuevo sistema para que subsistan los depósitos bancarios pues , mientras los depósitos existan no habrá estabilidad y el Estado estará obligado a ayudarles para que el flujo del dinero no colapse y sus protecciones e intervenciones harán imposible la competencia
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Estas son algunas de las ideas sobre los efectos económicos del Euro Digital en el largo plazo que expuse en mi intervención en una mesa del Congreso de ASUFIN celebrado el martes pasado en Madrid. La intervención dura 13 minutos y puede escucharse a partir del minuto 33´ y hasta el minuto 46´ en este video: https://www.youtube.com/watch?v=blIB3h7J-F8&list=PLuYtcDpxGqjoO29czxyROwo1D8_0owPtu&index=5