
Ayer terminó la cumbre de innovación del Banco Internacional de Pagos. Durante 4 días hemos tenido la oportunidad de ver numerosos paneles en los que se han discutido una gran variedad de asuntos relacionados con las nuevas tecnologías y el sistema financiero.
El BIS ha colgado esta tarde en su web los vídeos que hemos podido ver en directo y además con subtítulos en inglés, lo que permite entender mejor algunos de los difíciles acentos de los intervinientes.
Hay mucho que merece la pena verse, pero si tuviera que elegir una de las sesiones, recomendaría escuchar la conversación entre el presidente de Microsoft, Brad Smith, y Benôit Coeuré , jefe del Hub de innovación del BIS. Se titula How can central banks and big tech work together to serve the public interest?
La regulación de las Bigtech es un asunto decisivo para una correcta implantación del dinero público digital (CBDC). Es fundamental acertar, especialmente, con unas regulaciones de defensa de la competencia y del uso de datos.
En Europa hay que evitar caer en la tentación de las políticas tipo “Europa Fortaleza” para defenderse de las Bigtech extranjeras. Por supuesto hay que evitar que las Bigtech dañen la competencia en los servicios de pagos abusando de su posición en el mercado. Pero las políticas puramente proteccionistas, las dirigidas a restringir la competencia para ayudar a nuestros bancos, impedirían la formación de empresas europeas innovativas. Solo se conseguiría alargar la vida de las empresas más obsoletas. La historia de los proteccionismos enseña que al final acaban sucumbiendo los peores, aunque algo más tarde. Y los mejores, que hoy no existen, pueden haber perdido para siempre un tiempo precioso y necesario para poder competir con los foráneos.