
El gobernador del Banco de España ha hecho una presentación muy completa -y en castellano- de los trabajos realizados por el Eurosistema sobre el euro digital. Basta pensar que hace menos de dos años todavía no se había creado el grupo de trabajo en el Eurosistema para hacerse una idea de la velocidad y aceleración de los trabajos del Euro digital y de prácticamente todas las monedas “fiat” más importantes del mundo.
Ahora nos parece normal qué nadie dude de que los ciudadanos de la eurozona tendremos un Euro digital, aunque todavía no esté claro el tiempo que va a tardar en producirse. Pero es que hace solo unos tres años, en la primavera de 2018, cuando nació este blog en FIDE, la gran mayoría de los gobernadores de los bancos centrales ignoraban o despreciaban la idea de emitir un dinero digital público y seguro. Esto se observa muy bien en el gráfico que publica periódicamente el BIS sobre el tratamiento de los CBDC en los discursos de los gobernadores centrales de todo el mundo.
El avance de estos dos años ha sido espectacular pero no se va a detener. La presentación del gobernador, como he dicho, es la más completa y explicativa de lo hecho hasta ahora pero dentro de dos años veremos cómo se habrá avanzado en muchos campos en los que ahora apenas se ha iniciado una reflexión sobre ellos.
Solo me referiré a un asunto del que se habla, lógicamente, con gran cautela: los cambios que habrá que hacer en la regulación actual de los depósitos bancarios para adaptarlos a una situación de liberalización y competencia en los sistemas de pagos. Las autoridades han hecho una valoración muy profunda de las ventajas y desventajas de las dos monedas digitales nuevas: el dinero digital público accesible a todos los ciudadanos y las Stablecoins. Son las dos monedas digitales con más posibilidades de ser usadas en el futuro. Pero será inevitable plantearse qué cambios hay que hacer en la regulación de los depósitos bancarios, la moneda digital antigua. Porque lo que viene es una liberalización de un sector regulado (dinero y servicios de pagos) empujada por las posibilidades del uso de nuevas tecnologías.
Un análisis y valoración de las ventajas y desventajas del sistema actual de los depósitos bancarios es absolutamente imprescindible porque es la tercera moneda digital en juego. Es la más importante porque es la única que pueden utilizar todos los ciudadanos y empresas. Todos sus pagos deben pasar por depósitos bancarios. Ahora solo los bancos y gobiernos tienen acceso al dinero publico digital.
Sabemos que, en los sectores no regulados, como fue el de la fotografía o el de las agencias de viajes, basta con dejar que actúen nuevos competidores (los de la fotografía digital, los Booking, Trip Advisor, Google Maps…) para que se produzca una incorporación de las nuevas tecnologías en un marco de competencia. Pero en los sectores regulados, como sucedió con las telecomunicaciones o con el transporte, fue necesario cambiar la regulación de las empresas que disfrutaban del monopolio regulado para que fuera posible la competencia y la innovación. Y las técnicas de la desregulación son bien conocidas: separación de actividades, interoperabilidad, supresión de privilegios y regulaciones intervencionistas, etc. En definitiva, se trata de hacer una reasignación correcta de los papeles del Estado y del sector privado que estaban pensados para un sistema de monopolio regulado a otro que deberá estar basado en la competencia.
Finalmente, he subrayado lo del “castellano” porque, mientras los trabajos de diseño del Euro digital estén realizados por expertos, el inglés seguirá siendo la lengua normal en la que se publiquen la mayoría de los documentos. Pero, en algún momento, las reformas del sistema monetario tendrán que pasar por los parlamentos y sería muy positivo que los electores vayan conociendo este asunto porque indudablemente será una de las reformas económicas más importantes del presente siglo.
4 comentarios
Hola,
He terminado de leer su libro Adiós a la Banca y me ha parecido muy interesante. Pero me ha quedado una duda, no sé si podría aclarármela aquí.
Si todos los depósitos de dinero se hacen en el Banco Central, la banca ¿como aseguraría sus operaciones, con qué dinero operaría? ¿Serían como fondos de inversión pero con la posibilidad de apalancarse x veces? Pero advirtiendo a sus clientes e inversores que no es dinero seguro?
Gracias de antemano
Como usted tiene ya mi libro “Adiós a los Bancos” puede ver la contestación a su pregunta en el apartado titulado ¿DESAPARECERÁN LOS BANCOS CON LA REFORMA? en la página 215.
La idea es que los bancos deberán transformarse para prestar las dos actividades que ahora prestan ( servicios de pagos por un lado y por otro, los préstamos a familias y empresas medianas y pequeñas) en competencia con otras empresas y sin las ayudas y protecciones del Estado que tienen ahora.
Para quienes no tengan el libro copio el último párrafo de ese apartado:
“Los bancos necesitarán transformarse y convertirse en proveedores especializados de estos servicios sin poder utilizar ya los fondos de los clientes de la forma que lo hacen ahora. Tendrán que convertirse en auténticos intermediarios. Pero esto sólo podrían hacerlo si se da tiempo a los bancos para adaptarse a las reglas del mercado y la competencia. Facilitar a los bancos una transición suave no sólo sería beneficioso para sus directivos y trabajadores, sino también provechoso para todos los ciudadanos, porque los servicios que prestan actualmente son muy importantes y no habría cambios bruscos en su provisión.”
Muchas gracias por la respuesta.
Sí, me acabo de leer el libro y con mucho interés. Su punto de vista es muy interesante y creo que una reforma en esa vía evitaría las crisis financieras globales como hemos vivido.
Pero mi pregunta iba a dirigida a entender qué pasa con ese “otro dinero” que crean los bancos. Si el Banco Central asegura los depósitos pues están en sus cuentas, ¿cómo generan crédito los bancos privados?
Si se hace “como antes”, en el siglo XIX, es decir, en base a su capital, estos créditos estarán respaldados sólo por ese capital. Pero, si hay una fallida, si el banco quiebra, ¿cómo distinguir el dinero generado por esos bancos del dinero real? En el siglo XIX esto era fácil porque los billetes de banco eran privados. Pero hoy en día, una vez el dinero bancario privado se introduce en el sistema, ¿cómo se distingue del “dinero real” que hay en los depósitos? ¿Cómo sé que alguien me paga con el dinero de un crédito bancario privado o el depositado en el Banco Central?
Es lo que no acabo de ver claro.
Muchas gracias por su atención.
Todo depende de los cambios regulatorios que finalmente se apliquen a la banca.
Algo he comentado en este post: https://thinkfide.com/la-banca-y-el-mercado/