
El jueves pasado el FMI publicó un documento de divulgación sobre la Revolución que se está produciendo en el campo del Dinero y los servicios de Pagos y su impacto sobre el sistema financiero.
Quiero destacar el título escogido – La Revolución del Dinero- porque lo ha elegido una organización internacional muy responsable. Hace cuatro años, cuando publiqué mi primer artículo sobre la transformación del sistema monetario, hablar de revolución era solo una intuición. Hoy es una realidad. El FMI no especula, da cuenta de algo que ya está sucediendo.
El texto recoge la riqueza de visiones sobre lo que está pasando. Nadie sabe cómo acabará y lo único que todo el mundo presiente – con gusto o disgusto- es que el sistema que resulte va a ser muy diferente del régimen de dinero y pagos que tenemos ahora.
En los próximos años las decisiones de los reguladores van a ser un elemento esencial para la configuración del nuevo sistema. Y las regulaciones más importantes requerirán ser aprobadas por los Parlamentos. En los países democráticos, esto significa que hay que convencer a los ciudadanos. Hay que explicarles los problemas que existen ahora y los beneficios de cambiar de sistema. La labor de divulgación va a convertirse en una tarea imprescindible y este documento del FMI es un excelente ejemplo de divulgación seria.